Una
gran parte de los españoles respiramos un aire que incumple los límites legales
marcados por la Comisión Europea. La causa es la combustión de los motores
Diesel que llevan la mayoría de los automóviles que circulan en España.
Desprenden óxido de nitrógeno, un gas que provoca enfermedades pulmonares,
cardiovasculares e incluso cerebrales. Una solución inmediata sería limitar la
entrada de coches al centro de las ciudades, como ya hacen 159 ciudades
europeas, pero las autoridades se resisten.El Escarabajo verde evalúa la
contaminación en la ciudad de Barcelona que tiene la mayor densidad de coches
de Europa.
Fuente: RTVE